En un territorio de dimensiones continentales, el sector logístico brasileño es responsable por 10% del PIB (Producto Interno Bruto) del país, que en 2021 corresponde a R$ 860 mil millones. Los modos vial, ferroviario, oleoducto, fluvial y aéreo aún tienen mucho margen de mejora y expansión, y en la última década se han puesto en marcha nuevas regulaciones y concesiones que están previstas para los próximos años para el sector.

Las regiones Sur y Sudeste son responsables de más de dos tercios del PIB de Brasil y del PIB del transporte. Sin embargo, de 2002 a 2016, las regiones Norte, Nordeste y Medio Oeste crecieron más rápido que las demás y estas regiones lideran los principales desafíos en proyectos de infraestructura.

El transporte por carretera concentra 61% de las operaciones logísticas nacionales, circulando por aproximadamente 215 mil kilómetros de vías pavimentadas. Este modal concentra numerosas oportunidades de inversión e innovación, para resolver cuestiones que van desde la seguridad hasta la velocidad. La perspectiva de un aumento de la flota de vehículos eléctricos y autónomos para 2050 requiere soluciones que van desde telecomunicaciones 5G e IoT hasta suministro de energía para abastecer vehículos.

Paralelamente, cientos de empresas ya se han dedicado a construir, operar o fabricar vehículos de movilidad aérea urbana, que además de ser silenciosos y ecológicos, pueden reducir la congestión.

La micromovilidad, por otro lado, ha atraído a más y más personas que buscan formas más baratas y sostenibles de moverse para evitar el tráfico. La integración entre los modos es un esfuerzo conjunto entre la iniciativa pública y privada, y también tiene grandes ventanas para la innovación.